Saturday, June 25, 2011

ilusoria

Hoy escuché y vi por televisión a un hato de tipos pregonando la muerte de Borges. Por mi ocupación la percibí todo entrecortado y de a ratos. Nadie orilló siquiera su obra, siquiera un verso, solo pantallazos y segundos de su voz.
Nadie dijo, que el mármol que lo nombra, allá en Ginebra, es apenas un símbolo, que la tumba está vacía, que su figura y su pensamiento mutaron en imágenes fantásticas en el alma de sus fieles, porque también El, oficia el sacerdocio del arte, como Homero, como Shakespeare, como Sófocles, como no muchos.
Fue un elegido, alcanzó la ubicuidad, condición sólo de los dioses, permitiéndole con ello, la magia de habitar el mismo instante, los más diversos parajes del orbe un una Babel de idiomas.
Nadie dijo que desnudó los sentimientos que conforman el alma de los hombres.
Nadie dijo que en sus "breves años y largas horas", "contando sílabas" anuló al tiempo, afirmando que es un invento del hombre.
Nadie dijo que bajo el brillo del oro divisó a Proteo.
Nadie dijo que compartió con el cautivo hijo de Pasífae "el fétido redil, sin puertas y ventanas", no pudiendo jamás "destejer esa red de piedra" que lo atrapó, también a Él, por el resto de su existencia.
Nadie dijo que muy al norte, contempló "el espejo donde se mira Dios" y que en el "vidrio mágico que "multiplica", vio la eternidad. Nadie dijo que espió a "las máscaras ponerse caras"
Nadie dijo que fue amigo de Palermo y Adrogué y que estaba clavado en el Sur, "como un palenque pampa, clavado en la pampa".
Nadie dijo que vio "una mosca en la carne quieta de Cristo en la cruz".
Nadie dijo que por sus escritos contra el nazismo, Perón lo "destinó al gallinero".
Nadie dijo nada.
!Yo digo!
!Su muerte fue ilusoria, Borges es inmortal!

A mi mismo

"no hay peor trampa que la construída con nuestras propias manos" Flavio

Felices fueron mis días antes de "ese día", cuando aún me interesaba todo; cuando mis hijos me revelaban el mundo y las carcajadas y los gritos de mis nietos, la vida. Cuando caminando por las callles de Bs. As. me deslumbraban los escaparates, las librerías, los cafés, las bellísimas mujeres, las exposiciones, los cines; cuando me hundía en el sur, rodeado de los más espectaculares paisajes de la tierra, con la caña de pesca que se me escapaba de las manos tras las truchas. Cuando en Golfo Nuevo, esa pradera honda, las ballenas ejercían sus amores, poniéndome lentes de niño para que las mirase. Cuando los parrales al pie de la cordillera me imaginaban la grecia de Dionisos, la Creta de Pasífae, las laderas de Italia, la Francia de Borgoña y Reims. Cuando en los arenales del noroeste pisaba las dunas del Sahara; cuando los montes chatos y pobres de Santiago evocaban mis tiempos idos; cuando en una lancha , en el mar, fuí pescador y fuí Jasón. Cuando en mi Córdoba sospechaba en la sombra de cada piedra lo que fui. Cuando en las catedrales jugaba a las escondidas con Dios y nunca hallé...
cuando los pájaros...
cuando los atardeceres...
cuando la música... cuando era feliz.
10 de enero, "ese día" desapareció la realidad, y comenzó la pesadilla. Como un meteoro, todo lo arrasó un recuerdo, un solitario hecho habido 50 años antes!
El alma humana tiene rincones insospechados donde el infierno guarda sus llamaradas.
Eso fue ayer, hoy 20 de junio, los demonios se esfuman, comienza el despertar. Hoy quiero soñar que fue un sueño, quiero creer que ya es la realidad, que ahora llueve en el patio y hace frío.
Quiero creer que estoy escribiendo este papel.
¡Quiero creer que estoy vivo!