Tuesday, March 19, 2013

El mejor

Inmortal es aquel que vive en la memoria de las generaciones. Los de efímera fama mueren junto con quienes la crean. La obstinación de que en todos los emprendimientos tenga que haber un número 1 prueba la insensatez humana y lo degradado que está hoy el concepto de grandeza. Homero empardó las virtudes. Así Héctor es tan guerrero como Aquiles. Criseida, la hija del sacerdote, es tan hermosa y codiciada como Briseida la muchacha del Mirmidón y Diómedes fue tan inteligente como Odiseo anunque menos astuto y traidor. Hasta en belleza, una Diosa tuvo que sobornar un juez para triunfar en un concurso donde las tres competidoras igualaban los encantos para merecer aquella manzana. El mismo Alighieri puso varios personajes en cada uno de los círculos infernales, nivelando así las culpas y los martirios. En el canto V la acusación de lujuria vale tanto para Semiramis, Dido, Cleopatra, Elena y mi admirada Francesca, sin declarar quién lo fue más o lo fue menos. Para la mediatez de los tiempos actuales la paradoja de Zenón no sirve como anécdota, porque no tiene un ganador para fotografiar. Se me objetará que si un caballo gana un derby de los grandes, pasa a la historia, eso es cierto. Pero la misma historia continúa y ese mismo campeón es derrotado al poco tiempo por el que no llegó a los laureles en las grandes citas. ¿Cuál es el mejor? No lo sé. Todo debería ser contemplado en el devenir del tiempo y no en el instante del fotochart. Triviales y eternas discusiones genera el fútbol e infinidad de temas, respecto a quién fue el mejor. Sinrazones, fanatismos y pasiones campean en esas porfías. Voy a escribir una semblanza que tiene algo que ver con esta cuestión. Inspirado en Plutarco, y con perdón, yo también, veo un paralelismo entre personajes del arte de los siglos XVI y XVII en Roma y los cultores de ese otro arte que me tocó en suerte ver: el fútbol. Antes vale recordar lo afirmado por Miguel Ángel "el que trabaja con las manos es un operario, el que lo hace con sus manos y la cabeza es un artesano y el que emplea no sólo las manos y su cabeza sino también el corazón, es un artista" Este concepto vale también para los pies. Jugadores hay, por miles, que dominan la técnica de manera notable. Uno de ellos, Cristiano el portugués. Es habilidoso por demás, pero como dijo el Diego "hace un gol y te vende un shampoo" y como todos sabemos, los anunciantes de shampoo son poco menos que títeres. Hecha esta aclaración, vayamos a las vidas paralelas. Miguel Ángel - Pelé El fiorentino fue el primero que revolucionó todo, arrancándole a la piedra figuras extraordinarias por su forma y acabado. Otro tanto hizo el brasileño con sus jugadas. Los hechos de ambos fueron gigantescos. Uno tradujo un libro sagrado al idioma del color, en una pared y el techo de cierta capilla a una altura que da vértigo. El otro logró para su país y su gloria, tres campeonatos mundiales de fútbol. Ambos compartieron la osquedad, el mal carácter, la intolerancia y un no muy disimulado vedetismo. Rafael - Maradona Los dos fueron extrovertidos, joviales y ejercieron su arte divirtiéndose. El de Urbino exploró las oscuras grutas bajo las calles de Roma y encontró "el grotesco". El de Fiorito se aventuró también a otros laberintos y fue, él mismo, algo grotesco. Multitud de figuras y un universo de colores fue su legado irrepetible. Bernini - Messi El napolitano capitaneó un enorme taller de arte que llenó de obras las iglesias y San Pedro. El rosarino, también capitán, colmó con sus habilidades los deseos de los innumerables feligreses de esas gigantescas catedrales paganas que son los estadios de Fútbol. Ambos tuvieron la ayuda de artistas geniales y así Iniesta es Borromini, Xavi es Baratta y Mascherano es Lucenti, el fundidor de bronce que forjó los cañones que defendieron a Roma. El escultor no pudo resistir la tentación de copiar al Laoconte (quizás el mármol más logrado de todos los tiempos) y repitió, en su San Longino del Vaticano, el rostro del sacerdote de Apolo. El jugador, hizo otro tanto y calcó la obra maestra de Maradona contra los ingleses repitiendo así, tal vez el mejor gol de la historia. Los dos, repito, la Pulga y el cabaliere, se rodearon de colaboradores tan hábiles e inspirados como ellos mismos, pero el acabado y el toque final de sus obras, siempre dependió de su voluntad, de su virtuosismo, de su grandeza. El divino Bernini, dijieron los Papas, las multitudes gritan lo mismo pero de Messi. Así fueron y así son, porque el arte es eterno, éstos personajes que están muchísimo más allá de la media, perdurando por eso mismo, en la memoria del género humano. Gracias, gracias a cada uno de estos grandes artistas que hacen felices a los hombres, porque todos son EL MEJOR. Néstor V N Rucci en el último día del fin del mundo 12-12-12

Thursday, February 28, 2013

Semblanza

Miguel Angel Merisi, llamado El Caravaggio. En sus ojos llevaba escondido el fotómetro que mucho después encontraron otros hombres. Mezcló la luz y las sombras como ninguno, porque las conoció en su alma. En la última pintura que realizó, la cabeza ensangrentada de Goliat, muestra su propia cara. Él mismo fue un gigante, la impetuosidad y las pasiones fueron su David. Huyendo de una culpa que el Papa ya había indultado, se le escapó la vida en un barco que debió abordar y no hizo a tiempo. Murió en una playa solitaria, las olas dijeron su réquiem. R.I.P. Enero 2 de 2013